¡Hazte el sueco por el medio ambiente!
“Es necesaria una profunda reforma del sistema", ha afirmado la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, después de subrayar esta semana que el Estado está aún en la "prehistoria de una sociedad sostenible" y "muy lejos todavía de equilibrar el modo de vida en la biosfera”.
En ese sentido, ha reiterado que la reforma debe afectar a todos los sectores
de la producción, desde el reparto de la riqueza, al acceso universal al
bienestar, "que precisa nuevos valores" con el fin de
"consolidar un nuevo modelo de desarrollo". Para ello, ha explicado
que se debe trabajar "con y desde" las estructuras productivas, las
dinámicas y los procesos que generan los problemas de medio ambiente, que sólo
se conseguirán superar integrando todas las cuestiones al respecto
"estableciendo consensos y compromisos y caminando hacia la
convergencia".
Apuesta por las energías renovables
Ha asegurado que la gran apuesta que "tiene que hacer" España es la
de las energías renovables, donde subrayó que el país ocupa el tercer puesto en
el 'ranking' mundial en eólica, y el segundo en solar.
Casi al mismo tiempo, conocíamos en Soitu.es* de mano de Piedad
Martín, especialista en desarrollo y medio ambiente en el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Colombia, Hammarby
Sjöstad. Un barrio de Estocolmo donde no se desperdicia
nada.
Los vecinos y vecinas de Hammarby Sjöstad “no sólo reciclan su basura y
transforman parte en electricidad, también aprovechan sus aguas residuales para
producir biogás con el que cocinar y reutilizan el agua de lluvia”.
La forma de vida de esta barriada se ha convertido en todo un modelo de
desarrollo urbano sostenible. “Lo que antes era una zona industrial-portuaria
muy contaminada, hoy se ha transformado en una ciudad moderna con zonas verdes
y edificios eficientes, que suministra ella misma la mayor parte de la energía
que necesita”.
Desde que se comenzaron a levantar las
primeras viviendas en 1993, [...]integraron la variable sostenible en la
elección de materiales, medios de transporte, tratamiento de agua y reciclaje
de basuras. "Hoy en día la basura ya no es basura", comenta Erik
Freudenthal del centro ambiental de Hammarby. "Es un recurso que está
siendo utilizado", explica Piedad Martín.
“Los habitantes de este vecindario tiran sus basuras en un sistema de
recolección subterráneo que da la posibilidad de separar los materiales
reciclables de los restos orgánicos y de otro tipo de desperdicios. Los
residuos que no pueden ser aprovechados se queman para generar electricidad.
Los cerca de mil apartamentos —cuyo alquiler ronda al menos las 6.600 coronas
suecas ó 700 euros al mes— funcionan con cocinas de biogás extraído de las
propias aguas residuales de la comunidad, el mismo combustible que mueve los
autobuses que prestan sus servicios en el barrio.
Tampoco se permite que el agua de lluvia vaya derecha a las alcantarillas: la
que se acumula en las calles se lleva a un sistema de filtración y
purificación, mientras que la lluvia que cae en los edificios se redirige a
tejados verdes y humedales cercanos. Estos recursos de agua se mantienen
separados de las aguas residuales que se tratan con otro sistema.
Los paneles solares integrados en fachadas y cubiertas proporcionan la mitad
del agua caliente que sale de los grifos de las viviendas. Además, otra de las
prioridades es moverse de forma sostenible: los residentes cuentan con un tren
gratuito que les lleva al centro de Estocolmo, una red de carriles bici, zonas
peatonales y unos 30 coches de uso compartido distribuidos por todo el barrio.
De este modo, las emisiones de dióxido carbono a la atmósfera se reducen, tanto
que este modelo emite menos del 50% que los vecindarios construidos de la
manera habitual”.
(*) Soitu.es se
define como "un sitio de información independiente, útil y abierto".
Nota original:
http://www.canalsolidario.com/web/noticias/noticia/?id_noticia=10970
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