Fijan las normas mundiales para el reciclado y reutilización de dispositivos electrónicos 2º Parte
“Hacer que las tecnologías de reciclado estén disponibles en todo el mundo y estandarizar las políticas gubernamentales sobre reutilización y reciclado podría alargar mucho la vida de muchos dispositivos electrónicos para que al final de su vida útil se lleve a cabo la recogida de los valiosos metales y componentes que contienen”.
Esta es una de las principales conclusiones a la
que han llegado investigadores de los 15 países que han participado en la I
Escuela de Verano sobre Residuos Electrónicos, celebrada del 6 al 11 de
septiembre en el parque tecnológico Philips High Tech de Eindhoven (Holanda) y
organizada por la Universidad de Naciones Unidas, el Instituto Federal Suizo
para las Ciencias de Materiales y la Tecnología, y la universidad técnica más
antigua de Alemania, la Technische Universität Braunschweig.
Ruediger Kuehr ,de la Universidad de Naciones
Unidas (UNU) y secretario ejecutivo de una iniciativa mundial pública-privada
denominada ‘Resolver el problema de los residuos electrónicos’ (StEP en sus
siglas en inglés), afirma que “las rápidas innovaciones y sustituciones de los
productos electrónicos está obligando a todos los países a encontrar formas más
efectivas de gestionar sus residuos”.
“Millones de dispositivos antiguos de América del
Norte y de Europa podrían duplicar su primera vida habitual de tres o cuatro
años, utilizándose en clases y pequeñas oficinas de toda África, América del
Sur y Asia”, explica Ramzy Kahhat, del Centro de Ingeniería y Gestión de
Sistemas Terrestres de la Universidad de Arizona.
“Sin embargo, es de una importancia vital
conseguir que los dispositivos no deseados se reutilicen antes de que sean
demasiado viejos o estén demasiado dañados para reacondicionarlos”, añade Kahhat,
que defiende la existencia de depósitos de devolución para disuadir a los
consumidores de que simplemente guarden los equipos viejos en el cajón, el
garaje o el sótano.
Los residuos electrónicos
valen su peso en oro
Un estudio dirigido por Kahhat en 2008 encontró en
Perú que más del 85% de los ordenadores usados importados por dicho país se
ponían de nuevo en funcionamiento. Ese dato contrasta con la alarmante
estadística de Nigeria, Pakistán y Ghana, donde alrededor del 80% de los
dispositivos importados para reutilizarse se convierten en chatarra.
Los ordenadores y otros dispositivos electrónicos
que ya no pueden usarse contienen materiales valiosos que es posible recuperar
cuando los dispositivos se desmontan y reciclan de forma apropiada. Una tonelada
de teléfonos móviles usados contiene unos 3,5 kilogramos de plata, 340 gramos
de oro, 140 gramos de paladio y 130 kilogramos de cobre, según StEP. Una
batería normal de teléfono móvil contiene otros 3,5 gramos de cobre. Valor
total: más de 15.000 dólares de EE. UU., según los precios actuales. Otros
componentes de los residuos electrónicos como el iridio y el coltán son cada
vez más difíciles de encontrar.
En China existen 20 millones
de recicladores domésticos
El investigador de la ONU, Feng Wang, calcula que
más de 20 millones de personas participan en la recogida, reutilización y
reciclado informales de residuos electrónicos en China.
Aunque este país ha prohibido las importaciones de
residuos electrónicos, sigue siendo uno de los principales vertederos de
residuos de otros países, afirma Wang. El científico está investigando modelos
innovadores y rentables que ayuden a China a garantizar el reciclaje de los
residuos electrónicos, desde la recogida de los equipos en las viviendas hasta
la expansión de las instalaciones para el reciclado. (SINC)
Fuente: InfoPlanet
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