Segunda campaña de recolección de AEEs 2009
Estallan bloques que contenían pilas
Mendoza
La municipalidad de la ciudad de Mendoza eligió el lugar menos indicado para
realizar una riesgosa prueba de almacenamiento de pilas usadas: el gimnasio
municipal número uno, donde diariamente concurren cientos de niños.
Y, peor aún, el experimento fracasó porque no se pudo evitar la fuga de
sustancias contaminantes cerca de una cancha de fútbol, lo que provocó alarma
entre los padres de los niños, aunque no se verificaron casos de afecciones.
La prueba de
disposición final de pilas y baterías usadas se hizo entre 1993 y 1994, durante
la intendencia de quien es hoy gobernador, Roberto Iglesias. Consistió en
invitar a escolares y vecinos a reunir los elementos y entregarlos al
municipio, que ordenó construir bloques de hormigón en cuyo interior se colocaron
bolsas de plástico que contenían las pilas y baterías agotadas. Esos bloques,
finalmente, fueron utilizados como baldosas en el piso de un gimnasio.
El trabajo nunca fue
avalado ni monitoreado por ningún organismo oficial ni ambiental. Sin embargo,
ninguno de los funcionarios de la administración de Iglesias imaginó que siete
años después los bloques de hormigón se quebrarían y permitirían filtraciones
de sustancias con un alto grado de toxicidad que, además, pueden llegar a poner
en riesgo la salud de las personas.
El actual intendente
de la ciudad y ex diputado nacional, Raúl Vicchi, aseguró que "hace un año
se hizo un monitoreo de esos elementos y no se encontró ningún indicio de
escape ni de contaminación".
Jorge Vega, uno de
los padres que descubrió el derrame, dijo a LA NACION que "hace tiempo que
el municipio sabía que estaba ocurriendo este derrame porque desde el gimnasio
se enviaron cuatro notas a la intendencia para que solucionaran el problema y
no hicieron nada".
Y recordó: "El sábado, durante un
torneo de fútbol, vi que varios de esos bloques hexagonales tenían el aspecto
de haber reventado, y muchos otros estaban hinchados, como a punto de
explotar".
Señaló que las pilas
sólo estaban cubiertas por una pequeña capa de diez centímetros de hormigón y
la mayoría estaba oxidada porque había tomado contacto con el agua.
Fuente: La Nación
Noviembre 2, 2001
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