La Unión Europea busca suministro garantizado de materias primas raras
En el futuro, no sólo escasearán el petróleo y el gas. También el rodio, el germanio, el tantalio y otras once materias primas. La UE quiere garantizar su suministro, necesario para fabricar productos de alta tecnología.
Encender una lámpara de bajo consumo, realizar una llamada a través del
teléfono móvil o desplazarse en automóvil hasta la oficina. Todas ellas,
acciones que precisan del uso de productos de alta tecnología que, en gran
parte de los casos, contienen minerales o metales poco frecuentes. Modernos
circuitos electrónicos, pero también catalizadores para gases de escape o
imanes contienen materias primas escasas, ya sea porque su disponibilidad en la
naturaleza es limitada o bien porque los propios países productores -sobre
todo, China- restringen de forma artificial su producción. La Comisión Europea
tiene previsto publicar, el próximo mes de noviembre, un documento estratégico
para garantizar la importación de materias primas a largo plazo.
Fricciones con China
Muchos empresarios y políticos no son en absoluto conscientes de que
Europa debe importar alrededor de cuarenta materias primas diferentes para
garantizar la producción de bienes de alto valor tecnológico. En el caso de
catorce de estos materiales, pronto podrían registrarse problemas de
suministro, según Gwenolé Cozigou, director de materias primas de la Comisión
Europea. La mayoría de dichas materias primas, o bien sólo se encuentran en
China, o bien sólo allí se extraen a precios asumibles. También disponen de
yacimientos dignos de mención el Congo, Sudáfrica y Brasil. Sin embargo,
prácticamente el 100% de las denominadas "tierras raras" proceden de
China. El metal más escaso es el itrio, necesario para el láser y los imanes.
Según la Comisión Europea, China ha dado paso a impuestos más elevados y
a un aumento de los aranceles a la exportación de dichas materias primas
escasas. Pese a que, según Gwenolé Cozigou, de la Comisión Europea, hay en
marcha conversaciones con el gobierno chino sobre el comercio de materias
primas, lo cierto es que, de momento, la exportación de las "tierras
raras" se ha visto restringida en un 40%. Además, los compradores
extranjeros son obligados a elaborar productos semimanufacturados en China.
"China pretende desarrollar su industria", explica Gwenolé Cozigou,
que añade: "se trata de una meta completamente aceptable. Sin embargo, si
se atenta contra las reglas del comercio internacional, nos veremos obligados a
actuar". Juntamente con Estados Unidos y México, la Unión Europea ha apelado
a un tribunal de arbitraje de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Aumenta la demanda
A través de las presiones diplomáticas y las negociaciones comerciales,
la UE debe asegurarse que China no aprovecha su posición de monopolio más allá
de lo debido. Es la opinión del experto en materias primas, Hubertus Bardt, del
Instituto de la Economía Alemana (IW) de Colonia: "El potencial para
amenazar al gigante asiático no es demasiado grande, especialmente si se tiene
en cuenta que, por otro lado, se pretende mantener en vigor el libre
comercio". Es cierto que se puede presionar amenazando con aumentar las
limitaciones a la importación de productos chinos. Sin embargo, según Bardt, es
algo que nadie quiere, sobre todo porque sería la propia Europa la que se vería
perjudicada. "Naturalmente, se trata de una situación complicada. Sin
embargo, las conversaciones comerciales con China se mantienen, también las
negociaciones políticas sobre diversos temas. Es en ese contexto en el cual
debe ponerse el acento sobre el problema como tarea acuciante a resolver por
ambas partes", explica Bardt.
El comisario europeo del ramo, Antonio Tajani, prevé un escenario en el
cual los europeos deberán enfrentarse a una competencia cada vez más dura por
el mercado de las materias primas. El suministro, a excepción de las fuentes de
energía como el petróleo, el gas y el carbón, se convertirá en una cuestión
decisiva para el conjunto de la economía europea.
La creciente demanda de alta tecnología, baterías y componentes electrónicos
en países emergentes con un veloz crecimiento, como China, India y Brasil, sólo
hará que agudizar el problema, según Bardt. El desarrollo tecnológico también
comporta un aumento de la demanda. "Electromovilidad, células solares,
lámparas de bajo consumo: desarrollos, todos ellos, que precisan de más y más
escasas materias primas que una simple bombilla".
¿Ayuda al desarrollo a cambio de materias primas?
La UE apuesta, junto con las conversaciones comerciales y la presión
política, por una cooperación reforzada con los países en vías de desarrollo
que disponen de reservas de materias primas. Con la Unión Africana ya se
establecieron las correspondientes negociaciones. "No se trata de vincular
directamente la ayuda al desarrollo al suministro de materias primas",
afirma Gwenolé Cozigou, de la Comisión Europea. "Los países africanos
deben ser conscientes que la extracción de materias primas y su venta a un
precio justo supone una ventaja para su propio desarrollo". Sólo de esta
manera, los potenciales inversores europeos estarían seguros de que su
implicación en las sociedades mineras africanas merece la pena.
Para Hubertus Bardt, del Instituto de la Economía Alemana, esquilmar los
recursos naturales de los países africanos como si de colonias se tratara no es
una opción factible: "Para Europa es mucho más provechoso que los países
ricos en materias primas dispongan de un marco legal estable, sistemas de
mercado e instituciones sólidas. El enfoque europeo es claramente diferente al
chino". China, según ha constatado la UE, se asegura el acceso a las
materias primas a través del acopio agresivo de sociedades mineras, compras de
tierras y ayudas a los regímenes africanos. También resulta problemático, desde
la perspectiva de los expertos, la concentración de proveedores. Tan sólo unas
pocas sociedades mineras en todo el mundo son las responsables de la producción
de materias primas.
Minas en la ciudad: el reciclaje
La Comisión Europea considera de enorme relevancia conseguir una mayor
reutilización de las materias primas escasas empleadas en teléfonos móviles,
lámparas, televisores y vehículos. Según Gwenolé Cozigou, "en Europa
disponemos de las llamadas 'minas urbanas', es decir, el reciclaje, una fuente
esencial de obtención de materias primas". La UE pretende conseguir que
los hasta hora desechos electrónicos sean considerados una fuente valiosa de
materias primas. Cuanto más se encarezca el mercado mundial de materias primas,
más rentable resultará el reciclaje.
También en Europa se encuentran yacimientos de metales raros. Sin
embargo, hasta la fecha, su explotación es demasiado costosa. También la
superficie de Groenlandia y el lecho marino del Polo Norte podrían acoger
grandes reservas de materiales extraños. "No es casualidad que los rusos
reclamen de forma enérgica gran parte del Polo Norte", afirma Hubertus
Bardt, del Instituto de la Economía Alemana.
Búsqueda de materiales sustitutivos
Además, la UE quiere fomentar la búsqueda de sucedáneos de las
denominadas "tierras raras" o del litio. Este último, empleado en
grandes cantidades para la fabricación de baterías para los vehículos
eléctricos. Aunque todavía no escasea, la demanda crecerá en los próximos años.
Hubertus Bardt: "Ahora, todos hablamos del litio y de la cuestión de la
electromovilidad. Si consiguiéramos desarrollar almacenadores de electricidad
que no dependan de dicho material, entonces habríamos solucionado el problema
de un plumazo. La búsqueda de materias primas sustitutivas cuenta con un enorme
potencial. Para ello, sin embargo, es necesario un auténtico salto cuántico a
nivel tecnológico".
Autor: Bernd Riegert / EV
Editor: Enrique López Magallón
Fuente: DW-WORLD.DE - Deutsche Welle
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