Las notebooks y sus consecuencias en el medio ambiente
A pesar de que una laptop consume la mitad de energía que una computadora de escritorio equivalente, las computadoras portátiles también producen secuelas en el medio ambiente. Su ciclo de vida está estimado en menos de tres años, por lo cual los consumidores renuevan en forma constante estos artículos, en especial, por la imposibilidad de aumentar su rendimiento.
En consecuencia, la
producción de notebooks aumenta de manera considerable sin tener en cuenta los
perjuicios para el entorno. Además de las sustancias tóxicas utilizadas para su
fabricación, tales como mercurio, arsénico, plomo, policloruro de vinilo
(PVC) y los retardantes de llama bromado (FBR), las computadoras portátiles
también son responsables de gran cantidad de emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI). Estas sustancias, entre ellos, el vapor de agua, el ozono y
el dióxido de carbono, se encuentran de manera natural con el fin de regular la
temperatura del planeta, pero la actividad humana los ha intensificado y ha
provocado el calentamiento de la superficie.
Según un
estudio realizado en septiembre pasado la fase de producción de una
computadora portátil es responsable de alrededor del 56% de las emisiones totales
de gases de efecto invernadero de esta clase de artículos, lo cual
representa 214 kilos de CO2e – dióxido de carbono- en una vida útil
estimada en cinco años. Estos valores, al ser tan elevados, carecen de la
posibilidad de ser compensados en la fase de uso por las ganancias de
eficiencia energética, debido a que las emisiones de gases de efecto
invernadero representan un 36% en su tiempo de utilización.
En efecto, aunque se
aumentara un 10% la eficiencia energética en una nueva notebook, la sustitución
de la computadora portátil solo podría justificarse después de 33 a 89 años, lo
cual demuestra que el impacto es mayor en su producción que durante su
utilización.
El informe requerido
por la Agencia Federal de Medio Ambiente de Alemania a el Öko-Institut
(Instituto de Ecología Aplicada) y a el Fraunhofer IZM (Instituto Fraunhofer de
Fiabilidad y Microintegración) establece que es factible reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero en forma significativa en la fase de
producción si se adoptan medidas que logren ampliar la vida útil de las
computadoras portátiles. Además, destaca que este tema debe ser tomado en
cuenta en las normas para los productos sostenibles.
Con este fin, se
recomienda que la política de productos obligatoria para las tecnologías de la
información y la comunicación debería estar centrada en mejorar el hardware, la
construcción modular, la disponibilidad de piezas de repuesto, la estandarización
de componentes, los períodos mínimos de garantía y en un diseño amigable con el
reciclaje.
Sin embargo, hasta el
momento, las normas europeas para el diseño ecológico de los Energy-using
Products (EuP) – productos que utilizan energía – han estado focalizadas
en mejorar la eficiencia energética o en reducir el consumo de energía en
la fase de uso de los artículos. Como resultado, se han obtenido mayores
tiempos de funcionamiento y la prolongación de la vida útil de las baterías,
aunque mejorar la eficiencia energética produce un impacto ambiental muy
limitado en las computadoras portátiles.
De hecho, se han
lanzado al mercado diversos modelos de notebooks que apuntan a ser más
sustentables, aunque la emisión de gases de carbono en la fase de producción
todavía no es tenida en cuenta. Entre ellas se encuentra la MacBook de Apple
que ha obtenido la calificación Energy Star de la EPA (Agencia de
Protección Ambiental de Estados Unidos) por cumplir con exigencias de bajo
consumo de energía. Sumado a esto, fue fabricada mayoritariamente sin
sustancias tóxicas.
Por su parte, la
computadora portátil XO-1 es un modelo dirigido a los niños de los lugares más
desfavorecidos del mundo, por lo cual es económica, durable y fácil de usar,
pero además, su diseño es favorable para el medio ambiente. Por ejemplo,
incluye un pequeño panel solar para los lugares que carecen de
electricidad o un minigenerador para quienes cuenten con escasa luz
solar.
En conclusión, si
bien se ha avanzado en productos más sustentables, todavía se requieren
políticas que apunten a evitar la gran emisión de gases de efecto invernadero
que producen los artículos tecnológicos y a la fabricación de productos sin
elementos tóxicos.
Fuentes consultadas:
http://www.relec.es/relec/images/stories/ImpactoAEEs/TimelyReplacementofaNotebook.pdf
http://www.infobae.com/contenidos/322579-100439-0-Llegan-las-primeras-notebooks-ecol%C3%B3gicas
http://www.emb.cl/gerencia/articulo.mvc?sec=9&num=217
http://www.apple.com/la/macbook-pro/environment/
http://www.ourplanet.com/pdfs/Tunza_6.1_SP.pdf
http://www.atmosfera.cl/HTML/TEMAS/CALENTAMIENTO/calen1.HTM
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