Economía circular: un modelo basado en las segundas oportunidades de los desechos
• España recicla actualmente un 38% de los recursos, que puede convertirse en un 53% en 2020.
• La Comisión Europea defiende que si
se recicla un 70%, la UE podría mejorar su economía en un 1% de su PIB.
• Este tipo de economía fomenta la
creación de empleo y reduce la dependencia de los recursos naturales
exteriores.
Los recursos
naturales no son infinitos pero su demanda no para de crecer. Este problema
podría corregirse convirtiendo los residuos en recursos, algo que promueve la
economía circular, un modelo que tiene como pilar la reutilización y el
reciclaje de objetos que parecían condenados a la basura.
El aprovechamiento de los recursos y el reciclaje de los residuos, bases de la
economía circular, no son una recomendación, sino una obligación. En concreto,
una imposición europea, que prevé en los objetivos Europa 2020 que dentro de
seis años los Estados miembros reciclen, al menos, un 50% de sus residuos como
transición hacia una economía circular. Según el presidente de la Fundación
Economía Circular, Carlos Martínez Orgado, España recicló el año
pasado el 38%, por lo que aún queda un largo camino por recorrer.
"El objetivo de la economía
circular es que los recursos se conviertan en productos, los productos en
residuos y los residuos en recursos", señala el presidente de la
Fundación, que añade que la transición hacia este modelo mejoraría la
competitividad de las empresas. Pero este círculo virtuoso no pasa solo por
reciclar sino por cambiar los conceptos y la forma en general en la que se
realizan los procesos productivos cambiando el chip. Así, insta a perseguir la
“funcionalidad”, esto es, privilegiar el uso frente a la posesión, la venta de
un servicio frente a un bien. También abogan por las segundas oportunidades de
los objetos de consumo, por la reutilización, aunque sea usando ciertas partes
de los objetos que todavía pueden funcionar para la elaboración de nuevos
productos, o la reparación.
El enfoque global es claro: salirse de
la economía lineal, en la que se extraen los materiales de la tierra para
fabricar los productos, usarlos y luego tirarlos. En la economía circular los
productos intermedios o las materias primas ya utilizadas tienen una segunda
vida.
El diseño es probablemente uno de los
campos donde se puede ver de forma más clara cómo llevar a la práctica la
economía circular. Un buen exponente es Lucirmás, una empresa
catalana que crea todo tipo de productos utilizando vidrio reciclado. Desde la
lámpara Flor, hecha con una botella, hasta percheros, que también toman como
base botellas de vidrio, o joyería.
Este pequeño ejemplo sirve como base
para ver cómo de un objeto desechado puede nacer otro nuevo y bello. Pero
también se puede proyectar a economías de gran escala. Precisamente, desde la
Fundación se dedican a realizar estudios e investigaciones sobre la economía
circular y todo lo relacionado con ella: la sostenibilidad de las empresas, el
reciclaje de residuos, el aprovechamiento de recursos o la búsqueda de materias
primas secundarias.
Según las conclusiones de uno de esos
estudios, que verá la luz en octubre, España alcanzaría dentro de seis años el
53% de reciclaje de residuos. Cumpliría así el compromiso de 2020 y daría un
paso más hacia el objetivo establecido para diez años después, que obligará a
los Estados miembro a reciclar el 70% de los residuos. Cada país está
implementando este modelo a un ritmo distinto y España, según cuenta Martínez,
se encuentra "muy lejos de la cabeza y un poco lejos del final" de la
lista.
La economía circular, además de tener
beneficios medioambientales, fomenta la creación de empleo y la disminución de
la dependencia exterior al reducir la necesidad de comprar materias primas a
otros países, según señala Martínez. En el informe de propuestas en materia de
economía circular Towards a circular economy: A zero waste programme
for Europe ( Hacia una economía circular: un programa de
eliminación de residuos para Europa), hecha pública por la Comisión Europea
el 2 de julio, cumplir los objetivos de aprovechamiento de los recursos en 2030
podría aumentar un 1% el PIB y crear unos dos millones de empleos más. También
se dice que un mejor uso de los recursos podría significar un ahorro potencial
de 630.000 millones de euros para la industria europea. "Pasarse a modelos
de economía circular promete un futuro más brillante para la economía
europea", se señala.
En el mismo documento
se establece que, aunque "Europa ha hecho un progreso sustancial en
convertir los residuos en un recurso y promover formas sostenibles de la
gestión de basuras, como el reciclaje", adoptar un modelo de economía
circular no es un trabajo sencillo, sino que implica un cambio estructural. Ha
de producirse un avance no solo en las tecnologías, sino también en la
organización de las empresas. Coincide en esta apreciación el presidente de la
Fundación Economía Circular, quien señala que la transición a un modelo
económico circular "no se consigue de la noche a la mañana", sino que
"es un proceso de mejora continua".
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