Residuos que matan
El próximo día 21 habrán de comparecer ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla los responsables de una empresa de gestión de residuos peligrosos y de una chatarrería vinculadas a la insólita tragedia que costó la vida a tres miembros de una familia de Alcalá de Guadaíra, fallecidos en su domicilio, en diciembre pasado, al respirar una sustancia tóxica procedente de tapones con fosfuro de aluminio que almacenaban en el cuarto de baño. La magistrada imputa a los dos responsables empresariales, y a sus compañías como personas jurídicas, un delito contra el medio ambiente en conexión con otros tres por homicidio imprudente, ya que el suceso causó la muerte a un matrimonio de condición social humilde y a una de sus hijas, de 14 años. El auto se sustenta en los indicios investigados y encontrados tras una labor prolija y tenaz de la Policía Judicial– de que la empresa Alansu, autorizada para gestionar los residuos peligrosos, incumplió la legalidad vigente al vender los botes